LAS BREVES PALABRAS XXXVIII




FOBIAS, PARADOJAS Y CONTRASTES


Mis breves palabras de hoy no son demasiado breves porque he encadenado historias, las que a su vez me han remitido a otras relacionadas entre sí por un denominador común: la igualdad de derechos y el respeto a las diferencias.

Hace unos días observé, en un andén del Metro de Madrid, a una pareja de muchachos muy jóvenes que caminaban tomados de la mano con total normalidad. De inmediato, al tiempo que pensaba que me encantaba esa normalidad que a nadie parecía molestar, también pensaba que ojalá no se cruzaran nunca con algún o algunos energúmenos dispuestos a ofenderlos o agredirlos con una reacción homófoba… 

Es que por entonces, había leído un artículo que denunciaba la extrema violencia de un grupo de jóvenes, de entre 14 y 20 años, contra una pareja semejante a la del Metro de Madrid que también iba tomada de la mano. Y, paradoja, esto sucedía en Holanda, el primer país del mundo que legalizó el matrimonio homosexual en 2001… Además, la sociedad holandesa tiene fama de ser bastante tolerante y respetuosa con la diversidad sexual.

En contraste con lo anterior, indignados ciudadanos holandeses propusieron que durante una semana todos los hombres, de cualquier tendencia sexual, caminaran tomados de la mano, obtuvieran imágenes y las publicaran en las redes sociales. La idea fue un éxito, incluso con la participación de integrantes del gobierno y la religión.









Otro ejemplo de homofobia del que se hizo eco la prensa en las últimas semanas, sucedió y sucede en la república de Chechenia (Federación Rusa) donde se persigue, detiene e incluso tortura e interna en campos de concentración a los homosexuales. Información que pronto desmintió el gobierno con el absurdo y estremecedor argumento de que “en Chechenia no existen homosexuales”.

Esta vez la reacción de contraste se produce en Finlandia y en Suecia, donde grupos de defensa de los Derechos Humanos promueven campañas con el fin de recaudar fondos para los gastos de evacuación, hacia estos países, de los homosexuales perseguidos en Chechenia.

Otro caso reciente de homofobia, coincidente con los anteriores, es el de una joven pareja homosexual masculina de origen sirio rechazada en su país por la sociedad, e incluso por sus familiares, que decidió huir a Turquía de la discriminación y de la guerra. Una vez en Estambul, fueron violentamente atacados por su orientación sexual, estuvieron a punto de ser asesinados y les robaron todas sus pertenencias, pasaportes incluidos. Su desesperada situación se divulgó por las redes sociales y por la prensa, y sensibilizó a muchas personas en España para que se repitiese nuevamente el contraste: les proporcionaron ayuda económica durante un año para que pudieran sobrevivir en Turquía mientras gestionaban sus nuevos documentos de identidad, les otorgaron dos becas de un proyecto destinado por la Universidad de Jaén a la formación de refugiados, y hace muy pocos días los jóvenes lograron llegar a España para rehacer sus vidas.

Coincidiendo con los sucesos que he descrito, me llama casualmente la atención un trabajo de investigación histórica que explica que antes de producirse la colonización europea los nativos norteamericanos de distintas tribus, como los navajos, los cheyene o los cheroqui, reconocían y respetaban cinco géneros: mujer, hombre,  mujer de dos espíritus y hombre de dos espíritus (correspondientes con comportamientos homosexuales) y transgénero. En estas culturas se valoraba a las personas por su aporte real a la sociedad, y en el caso de las que se reconocían como de “dos espíritus” se destacaba el hecho de  que podían ver el mundo desde las perspectivas masculina y femenina. Por supuesto esta valoración fue rechazada y perseguida por la moral de los conquistadores.

Entonces, asocio esta información con el bello libro “Enseñanzas africanas sobre el amor y la amistad” de la escritora Sobonfu Somé (que ya comenté en "Cien programas" ). Originaria del pueblo de los dagara de Burkina Faso, Somé nos dice en el capítulo “Los homosexuales: guardianes de puertas” que en la cultura dagara no existen palabras como gay o lesbiana, pues son suplantadas por la expresión “guardianes de puertas”. La homosexualidad no es rechazada porque se considera que toda sexualidad tiene una base espiritual. Los “guardianes de puertas”, capaces de tener una percepción tanto masculina como femenina, actúan como mediadores y se encargan de que reinen la paz y la armonía entre las mujeres y los hombres. Pero, sobre todo, guardan las llaves de las puertas por las que sólo ellos pueden acceder a otras dimensiones espirituales. Los “guardianes de puertas” no se ven obligados a vivir en una comunidad separada pues sus vecinos no los discriminan y, por el contrario, los animan a cumplir la función para la que han nacido y a usar sus dones en beneficio de todos.



Los que han leído “Las breves palabras” con anterioridad saben que ya he escrito sobre las actitudes discriminatorias que provocan desigualdades, sobre el machismo y la violencia de género, o sobre el rechazo hacia las personas con sensibilidades, opiniones y comportamientos diferentes a los convencionales en "¿Qué es ser normal?“, "El macho", "El hombre diferente", "Los raros" o "Entre Marte y una mujer asesinada". De manera que siempre me he interesado por  estos temas, aunque he indagado con mayor profundidad en ellos con motivo de la preparación de un taller sobre “La equidad” que impartí este año, entre fines de enero y primeros días de febrero, con la coordinación de Pilar Rodríguez Fernández y la colaboración técnica de Rubén Pecorari.

Al presentar este taller expresé que, por supuesto, decir “la equidad” es lo mismo que decir “la igualdad” de derechos y oportunidades entre personas de diversos orígenes, razas, condiciones sociales y culturas, religiones u orientaciones sexuales. Es tratar de analizar situaciones dispares y en general complejas, para reflexionar sobre ellas, opinar y aportar conclusiones y proponer comportamientos y posibles soluciones que alienten el entendimiento y la unidad espiritual entre todos los seres humanos.

De este modo, a través del diálogo constructivo se producen, o deberían producirse, los cambios más profundos y duraderos, ya que la prepotencia, la imposición y la violencia sólo pueden conducir, antes o después, a la destrucción, el odio y el caos generalizado.

Destaqué la necesidad de unirnos para hacer posible un mundo nuevo, más justo, verdaderamente solidario, donde la libertad responsable sea un compromiso y un derecho.
Para concluir que tenemos poco tiempo para lograrlo, pues la inercia y la indiferencia pueden transformarse en nuestros peores enemigos.

Por su parte, Pilar Rodríguez Fernández se hace y nos hace muchas preguntas, también con motivo del taller: “Por fortuna, el transcurrir de la propia Historia ha ido, con mucho esfuerzo, abriendo caminos de libertad. Pero entonces, ¿por qué el retroceso actual? ¿Por qué esta propagación de casos de maltrato de género? ¿Por qué el acoso escolar está cada día más presente? ¿Por qué se difunde por las redes sociales el trato vejatorio a inmigrantes, se prende fuego a indigentes, se apalea a transexuales, se hace mofa de aquellas personas con defectos físicos? ¿Por qué no se respetan las creencias religiosas? ¿Por qué se abusa de menores, se alecciona a los niños en el uso de las armas, por qué la ablación? No creo que haya una causa única, puesto que son tantos y tan diferentes los casos en los que el ser humano es vejado por otro ser humano; porque son múltiples las caras del odio, de la dominación, del uso y del abuso a los otros. Puede que sea momento de reflexionar sobre cuáles son los valores que defiende nuestra sociedad del siglo XXI, qué valor le damos a la educación, cuál al dinero y a las posesiones; hasta dónde llega nuestra preocupación por lo que les pasa a los demás; hasta dónde los respetamos cuando solicitamos, por derecho, que a nosotros se nos respete”.

Por último, los comentarios y las conclusiones de los alumnos participantes en el taller demostraron sensibilidad, indignación frente a comportamientos arbitrarios e interés por cambiar actitudes prejuiciosas en beneficio de una sociedad más justa, pero también reconocieron tener bastante desconocimiento acerca de estas problemáticas. Tal vez porque, a veces, los conflictos que no forman parte de nuestra realidad inmediata nos parecen lejanos o ajenos.

Informar, escuchar, debatir para comprender y oponerse a la injusticia, son y serán siempre los mejores métodos para construir un futuro mejor.




Paradojas finales: mientras cada día más personas trabajan, aparentemente,  en pro de la igualdad de derechos, alrededor de 70 Estados condenan la homosexualidad, muchos de ellos, incluso, con la pena de muerte. Lamentablemente, no se condena la brutalidad de las guerras, la miseria y la ignorancia en la que sobrevive gran parte de la humanidad, la intolerancia, la prepotencia, el egoísmo, la hipocresía o la indiferencia.

Para terminar, algunos datos correspondientes al año 2016 dados a conocer oficialmente en España por el Ministerio del Interior: la discriminación por género ha aumentado el 70,8%, los delitos contra la orientación sexual han aumentado el 36% y los incidentes contra discapacitados el 15,9%...

A pesar de las estadísticas desalentadoras, continuemos creyendo en la igualdad y trabajemos por el cambio aunque la realidad, en muchas, demasiadas ocasiones, sea poco estimulante.




¡Contraste de último momento!: el Museo del Prado sorprende con “La mirada del otro. Escenarios para la diferencia”. 

Una exposición inesperada, organizada con motivo del World Pride Madrid 2017, que se puede visitar hasta el 10 de septiembre.

Iniciativa inteligente que propone otra manera de valorar el arte, como nos explican en el siguiente video: 












La siguiente noticia, aparentemente inofensiva, que nos informa de la rutinaria actividad de las bolsas de valores, también nos informa de los “valores” de nuestra época, y entonces puede tener un significado demoledor con respecto al futuro.



LAS EMPRESAS ARMAMENTÍSTICAS SE DISPARAN A MÁXIMOS A LA ESPERA DE UNA GRAN GUERRA

Las tensiones internacionales, el aumento de las acciones bélicas en el avispero de Oriente Medio y la oleada de atentados han disparado las especulaciones sobre una gran guerra

  Evolución de las principales empresas armamentísticas.


María Igartua – Diario El Confidencial.com – 24 mayo 2017


El fuerte repunte de ayer de las empresas armamentísticas en bolsa al calor del acuerdo entre Estados unidos y Arabia Saudí para la venta a esta de cerca de 110.000 millones de dólares en armas para “hacer frente a las amenazas de Irán” —como explicó un responsable de la Casa Blanca— ha sido el último hito en una escalada que la industria inició en 2011 tras el estallido de la Primavera Árabe.

No en vano, la sucesión de conflictos y tensiones internacionales, el aumento de las acciones bélicas en el llamado avispero de Oriente Medio con Siria en el epicentro y la creciente oleada de atentados terroristas han desatado las especulaciones sobre la proximidad de una gran guerra.

Es el caso del analista Patrick Martin, del Instituto para el Estudio de la Guerra, que ya en 2015 advirtió de que la inteligencia militar de EEUU se estaba preparando para la III Guerra Mundial —tras asistir a tres sesiones en el Congreso sobre guerra cibernética, el tamaño y despliegue de la flota de portaaviones y la modernización de las armas nucleares estadounidenses—, y que desde entonces ha venido alimentando esta teoría.

Pero no son los únicos que lo piensan. Así, los inversores claramente están apostando a la guerra si se tiene en cuenta la escalada que han vivido las empresas del sector en bolsa en los últimos cinco años, hasta máximos históricos, y que se ha acelerado desde mediados de 2016 con la llegada de Donald Trump al Gobierno de la primera potencia mundial.

De hecho, en lo que va de año, las acciones de Lockhedd Martin, el mayor fabricante del mundo por ventas según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, acumulan una subida del 11,5%, aunque el lunes llegó a dispararse más de un 3%, en tanto que es el mayor ganador del contrato con Arabia Saudí.

Por su parte, las empresas de alta tecnología para defensa como Saab, la italiana Leonardo o Bae Systems acumulan subidas de entre el 15,5% y el 26,7%. General Dynamics, que ofrece una amplia cartera de vehículos de combate, sistemas de armas, munición y buques de guerra, ha crecido desde enero un 13,4%, y Raytheon, especializada en tecnología para la seguridad nacional, un 11%.

Más significativo es el crecimiento experimentado en el último año, que llega a alcanzar el 50% en el caso de Saab y que ronda el 40% para General Dynamics y Leonardo, por ejemplo.


Ningún analista recomienda vender

Sin embargo, a juicio de los analistas esto no ha hecho más que empezar. Prueba de ello es la fuerte apuesta de todos por el sector. Y es que ninguno mantiene una recomendación de venta para las principales empresas de la industria armamentística. Si en el caso de Lockheed Martin el 43% aconseja 'comprar', este porcentaje se dispara al 68% para General Dynamics y Bae Systems, mientras que el 76% del consenso apuesta por 'sobreponderar' en cartera las acciones de Raytheon.

Además de las especulaciones sobre la posibilidad de que las tensiones geopolíticos actuales desemboquen en un gran conflicto, lo que es indiscutible es el aumento del gasto militar, que da muestras de haber entrado en un ciclo alcista. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, en 2016 se alcanzaron los 1,68 billones de dólares, lo que supone un 0,4% más en términos reales que en 2015. Del total, solo EEUU representa 611.000 millones de dólares tras incrementarlo en un 1,7%, frente al 5,4% de China, con 215.000 millones.


 
En este sentido, los analistas de Edward Jones, que en marzo comenzaron a dar cobertura a Lockheed Martin con una recomendación de 'comprar', apuestan por que “el gasto en defensa va a crecer los próximos años y que los problemas globales van a apoyar las compras internacionales de los aliados de EEUU.






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1 comentario:

  1. Pilar Rodríguez Fernández13 julio, 2017

    Heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero… son sólo “clasificaciones”, ni buenas ni malas. Los comportamientos han existido desde siempre, y si en la antigüedad grecorromana no existía nomenclatura alguna para hablar de relaciones íntimas en materia de sexualidad, y sin embargo los nativos norteamericanos sí acuñaron una terminología al respecto, no creo pues que los nombres estigmaticen a nadie, ni en materia sexual, ni en otra alguna. Para eso existe el idioma, para favorecer la relación interpersonal, la comunicación impidiendo la ambigüedad y para eso es necesario nombrar. La afrenta se produce no cuando se denota, sino cuando se connota imponiendo comportamientos. La infamia es pues el dogmatismo existente en la sociedad actual sin importar el objetivo -sexual, político, religioso…- Porque el dogmatismo es la bandera de la irracionalidad, porque esconde carencias que solo la autoridad puede combatir mediante el miedo y la represión. Es la forma de dominación más primitiva. Y hoy, en el siglo XXI, con los avances tecnológicos es fácil ser poderoso e incluso no hacerse notar, lo que incrementa el peligro agazapado bajo el anonimato. La propia tecnología nos ha ahogado en una supuesta libertad y progreso de cuyas redes es complicado salir. Se difunden odios, se difama a las personas, se las agrede verbal y físicamente. Y la propia espiral tecnológica, que disfraza de progreso nuestras actividades más cotidianas, hace que se propaguen como la pólvora comportamientos antes restringidos a un número limitado de personas intransigentes. En una sociedad cada vez más insolidaria e individualista y emocionalmente quizá menos educada por defecto de afectos -no hay tiempo-, pertenecer al rebaño es posiblemente una migaja de poder de consecuencias desastrosas.

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